...continuación
Todos nos quedamos en absoluto silencio. juro que no se escuchaba más que la lluvia. nos quedamos parados, silenciosamente. Nadie entró ni salió del almacén en los siguientes minutos. la mamá se detuvo a pensar por un momento acerca de lo que debería responder.
Este era un momento crucial en la vida de esta jovencita, un momento en el que la inocencia y la confianza podían ser motivadas, de manera que algún día florecieran en una inquebrantable fe.
-"Amor tienes toda la razón. Corramos a través de la lluvia. Y si Dios permite que nos empapemos, puede ser que Él sepa que necesitamos una lavadita"- Y salieron corriendo.
Todos nos quedamos viéndolas, riéndonos mientras corrían por el estacionamiento, pisando todos los charcos.
Por supuesto que se empaparon, pero no fueron las únicas. Los siguieron unos cuantos que reían como niños mientras corrían hacia sus autos.
Las circunstancias o las personas pueden quitarnos nuestras posesiones materiales, pueden llevarse nuestro dinero, y pueden llevarse nuestra salud. Pero nada ni nadie puede quitarnos nuestra más valiosa posesión: nuestra escencia, nuestro ser.
De vez en cuando, toma tu tiempo para correr a través de la lluvia.
Tómate el tiempo para vivir, para ser!
viernes, 9 de julio de 2010
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