lunes, 19 de mayo de 2014

Así se escribe la Historia

No me alegro, tampoco entristezco,

Las historias se escriben poquito a poquito. Se mueven como olas de mar...

Mi historia particular nació hace algunos años, en un restaurante de Escazú.

Se fortaleció en una vieja oficina en el Paseo Colón.

Vivió su éxtasis en una maravillosa ciudad del norte, rodeada de montañas, ríos y lagos.

En un lugar que añoraba de niño y que disfruté profundamente, con todos mis sentidos.

En su declive viajó nuevamente a esa vieja oficina en el Paseo Colón.

Fue una bonita historia, que me fue arrebatada, con alguna complicidad mía.

Doloroso arrebato. Mentiras, calumnias, injustas razones que aún recuerdo con pesar.

Hoy, gracias al Creador, estoy en un mejor lugar.

Hoy soy una mejor persona.

Hoy otros fueron consumidos por sus mismas calumnias, por sus mismas mentiras.

Hoy se dan cuenta que la vida gira, y escribe sus historias en olas de mar...





 

sábado, 3 de mayo de 2014

La casa

Con madera podrida en sus paredes, que dejan ver grandes agujeros, se mantiene firme la casa.

Miles han pasado por ahí, mucho maltrato ha sufrido. Aún así, dispuesta está para cumplir su misión.

Ya no recuerda su primera identidad, muchas veces la han cambiado, más ella sabe que lo relevante no está afuera.

Sus viejas vigas se mantienen, a pesar de sus dolores. La casa cuida y protege, porque para eso nació.

La casa ignora como luce. No le importa cómo huele, no le importa cómo suena. La casa enseña que lo importante es el propósito.

De la casa hay que aprender que lo superfluo no es mejor que lo relevante.

El propósito debe mantenerse, a pesar de lo que la vida nos arroje.